Lynn

Lynn fue rescatada de un árbol del que no podía bajar. No sabemos cuánto tiempo debió pasarse allí asustada pidiendo ayuda, pero seguro que lo pasó muy mal esperando a que alguien la viera y pudiera socorrerla.

Desde el día en que llegó, resultó evidente que había sido una gata casera. Al principio era un poquito tímida, pero enseguida empezó a buscar el contacto de las personas y a mostrarse muy dulce, buena y cariñosa. Aunque no fuera como otros gatos, siguiendo a la gente pidiendo atenciones, siempre esperaba paciente a que alguien se acordara de ella y le dedicara su ratito de mimos, que recibe muy agradecida.

Pero el tiempo ha pasado y sigue siendo una gata que pasa desapercibida por todos por ser tan tímida y, con el tiempo ha comenzado a mostrarse nuevamente temerosa de las personas que no conoce. Cuando ve acercarse  un desconocido, su primer instinto es correr y esto solo ha dificultado la posibilidad de que potenciales adoptantes le conozcan como nosotros y aprendan que, detrás de todos esos miedos hay una gata maravillosa y dulce. 

Algo que no ha cambiado es su relación con otros gatos, se lleva muy bien con ellos y le encanta dormir y acurrucarse con todos los gatos, por lo que sabemos que sería una buena hermana para otro gato. 

Lynn sufre de gingivitis crónica, esto no significa que no pueda llevar una vida normal, sólo necesita un poco más de atención. Aunque no es una condición grave ni costosa, y la mayor parte del tiempo no requiere de atención especial, de vez en cuando sí necesitará que el veterinario le administre tratamiento para ayudar a desinflamar la boca. Debido a que esto puede ocurrir a causa del estrés, buscamos con urgencia una casa para ella, para que pueda tener una vida más tranquila, con una familia en la que confíe y que sepa reconocer los síntomas. Es hora de que alguien le dé por fin la oportunidad que tanto se merece. Es hora de que alguien le dé por fin la oportunidad que tanto se merece.