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Una casa tranquila
En nuestra sociedad, muchas personas que viven solas encuentran la solución a esta situación en un animal de compañía. Pero esto también tiene sus consecuencias, ya que muchas de estas personas son mayores o enfermas. Éste es el caso de Bruna.
Su compañera humana de los últimos años falleció y Bruna quedó sola en el mundo, en un piso vacío. Unos conocidos de la señora la fueron cuidando y alimentando durante un tiempo, pero llegó un momento en que ya no podía seguir allí y nos pidieron entrada.
Bruna es una gata de 8 años, cariñosa y buena, acostumbrada a una vida tranquila y que busca recuperar, con otra familia, este tipo de vida. Le gusta estar acurrucada durmiendo y descansando. Sería mejor para ella una nueva casa sin otros animales y con un perfil de familia con el que pueda llevar esta vida tranquila que perdió de forma drástica. Se merece esta segunda oportunidad.
Si Bruna ha sido adoptado/a tenemos otros Animales que necesitan de tu solidaridad, selecciona su nombre o deja que nosotros lo seleccionemos por ti.