Lo primero que hay que tener en cuenta si se está considerando la adopción de un cachorro es dejarse asesorar por un experto sobre el tipo de perro más adecuado, las atenciones que necesitará y las pautas de alimentación y tratamientos necesarios para que crezca un cachorro sano y estable en casa.
REVISIÓN VETERINARIA:
Conviene que un veterinario haya visitado al cachorro y le informe sobre su estado general, su historial de vacunación y la desparasitación recibida. Es necesaria la realización de exámenes coprológicos en caso de diarreas por si fuera necesario desparasitar con productos específicos y aplicar las vacunas contra las principales enfermedades víricas entre los 1.5 y los 4 meses de edad.
ALIMENTACIÓN:
Ha de ser la adecuada para la edad y raza del animal, ya que cada tipo de pienso aportará unos nutrientes esenciales para el desarrollo del animal. Cualquier cambio en la dieta ha de ser gradual y consultada a su veterinario. Hasta los cuatro meses de edad el cachorro tiene que recibir una dieta semisólida o sólida (pienso preferiblemente) disponible las 24h de día. A partir de entonces se puede regular la frecuencia de administración del alimento, empezando por 4 veces al día hasta llegar a dos veces en la edad adulta.
HIGIENE:
Se ha de determinar un lugar diferente para comer y dormir y otro para orinar y defecar. También podemos bañar a nuestro cachorro desde el primer momento, siempre evitando que no coja frío. Aprovecharemos para acostumbrarlo a limpiarle las orejas y los dientes
periódicamente y a dejarse tocar las patas y cortarse las uñas desde bien pequeño.
JUEGO Y EJERCICIO:
Se han de destinar unas horas del día para jugar con el animal y estimularlo a hacer ejercicio, parte fundamental de su desarrollo físico y psíquico. Se recomienda el juego con variedad de personas y otros animales para prevenir problemas de comportamiento futuros. Respecto a los paseos en la calle, un cachorro se considera totalmente inmunizado a partir de los 4 meses de edad, por lo que se debería evitar el contacto con perros desconocidos o sin un correcto control veterinario para evitar el contagio de enfermedades.
Míriam Rodríguez
Veterinària
Lliga per a la Protecció d’Animals i Plantes de Barcelona